CRÓNICAS RENQUINAS 1

Escrito el 13/06/2024
RENCA CONTIGO


“Perdone señor, ¿pero me podría decir cuánto le cobraron por la Glucerna”, me preguntó la señora que también hacía fila en el cajero automático existente en la farmacia Salcobrand, ubicada frente a nuestra plaza mayor, indicándome el tarro de alimento en polvo de uso médico para pacientes diabéticos, que recién había adquirido y tenía en mis manos.

A la pregunta, efectuada en forma gentil y respetuosa di respuesta de la misma forma, “por qué no señora, me cobraron casi $30.000”.

Ante mi réplica respondió, “sabe señor, por este mismo producto en la Farmacia Popular de la comuna cobran $18.000”. Al escucharla casi me fui de espaldas, y luego de agradecerle volé a Manuel Rodríguez con Freire -donde se ubica la farmacia sin fines de lucro-, con el fin de ratificar la información, donde comprobé la veracidad de la vecina solidaria y me permitió ahorrar cerca de la mitad, $15.000, respecto al abusivo cobro de la farmacia (que después constaté se repite con sospechosa uniformidad en todas las otras farmacias de red nacional, que otra vez nos hace sospechar de estar concertadas).

Este episodio, vivido hace un par de semanas, ayuda a explicar lo que le ocurre al alcalde Daniel Jadue de Recoleta, creador de la iniciativa de las Farmacias Populares, replicada en más de 130 comunas del país, dañando severamente el criminal lucro farmacéutico, al beneficiar la salud y los escuálidos bolsillos del mundo popular, amén de sus otras iniciativas que tienen el mismo propósito: aliviar la desmedrada situación de la gran mayoría de la población, por lo cual se ha ganado el odio y la persecución de la poderosa minoría que nos domina, abusa y explota.

NERVILA. Nelson R. Viveros Lagos